Resulta indispensable entender correctamente qué es y cómo se mide una letra. Los conocimientos básicos de tipografía y de gran parte del diseño gráfico se basan en el concepto de cuerpo.
Cuerpo tipográfico
El concepto de cuerpo tipográfico proviene del sistema de impresión con tipos móviles. Es la medida vertical de la cara frontal del tipo, tomando el bloque de plomo completo, no el área de impresión de una letra en particular. Por lo tanto, este valor resulta igual para letras mayúsculas, minúsculas, números, signos de puntuación y demás componentes de la caja, tengan ascendentes y descendentes o no.
El cuerpo, medida estandarizada mensurable en el bloque de plomo, incluye las alturas variables según la familia, la altura de las ascendentes, la altura de la equis, las descendentes y una pequeña separación (llamada hombro) para que no se toquen las descendentes de la línea superior con las ascendentes de la línea siguiente. Decimos que estas áreas son variables porque dependen del diseño de la familia.
Interlínea
Toma su nombre de pequeñas reglas metálicas que se colocaban para aumentar el espacio entre líneas de un texto compuesto en tipos móviles. El interlineado es la distancia entre una línea de texto y la siguiente, medido por ejemplo, de línea de base a línea de base.
Cuando esta medida coincide con el cuerpo tipográfico, la diferencia entre ambos es cero. Este valor se denomina interlineado sólido. Si la separación entre líneas es menor al cuerpo en que se compone el texto, obtenemos un interlineado negativo. Este recurso, al que hoy accedemos sencillamente gracias a la tecnología digital, era imposible de realizar con tipos de plomo.
La medida correspondiente al interlineado se indica a continuación del cuerpo, separado de este por una barra.
Al componer distintas familias tipográficas en un mismo cuerpo, comprobaremos que coincide el apoyo en la línea de base, pero las alturas de mayúsculas, ascendentes, equis y descendentes pueden no hacerlo. Cada familia es diseñada con criterios propios, partiendo incluso de distintas unidades de medida para darle proporciones a los signos.
A igual cuerpo, sí son iguales las alturas de las caras frontales, pero sin el tipo móvil el cuerpo se ha vuelto intangible y más allá de los intentos no se ha podido consensuar qué es lo que se va a medir del signo impreso.
Relaciones
Para establecer algunas relaciones nos pondremos de acuerdo en la nomenclatura.
Una familia tipográfica se construye entre 5 lindes (o líneas) principales: base o standard (s); es aquella en la que se apoyan los signos; se conserva al componer letras de distinta familia o en distinto cuerpo. Por encima de la de base está la de equis (x) minúscula (sin ascendentes), la de mayúsculas (m) y la de ascendentes (a). En muchas familias tipográficas las últimas dos coinciden; en otras los ascendentes son más altos. Por debajo está la línea de descendentes (d).
También podemos hablar de las siguientes dimensiones: “H”, o tamaño de las mayúsculas; “k”, o tamaño de las ascendentes; “p”, o tamaño de las descendentes; “x”, o tamaño de la equis; y “kp” u “ojo”, que es la distancia entre las dos líneas extremas (k y p). En pocas ocasiones kp coincide con el cuerpo, lo que equivale a decir que en algunos diseños no hay hombro superior, y en otros no hay hombro inferior.
Estableceremos relaciones entre estas dimensiones y, además, entre estas y el cuerpo. Las proporciones que podemos establecer entre cuerpo/H, cuerpo/kp, cuerpo/x, H/k o kp/x nos permiten encontrar puntos de referencia cuando analizamos o comparamos familias.
La relación cuerpo/kp nos muestra el área que ocupa el ojo en el tipo móvil o, lo que es lo mismo, la proporción que tienen los hombros para separar una línea de otra en un interlineado sólido. Cuanto más pequeño es este índice, más apretadas se ven las líneas (menos hombro). Esta relación deberá ser tenida en cuenta a la hora de proyectar el interlineado en una familia determinada.
El número cuerpo/kp representa el blanco entre los renglones no interlineados (sólido). Al ser pequeño, indica que los ascendentes de la línea inferior están cercanos a los descendentes de la superior (por tanto el ojo ocupa casi toda la superficie de la cara del tipo). Es probable que una letra con alto porcentaje de kp necesite más interlineado que una con bajo porcentaje.
La relación kp/x es fundamental para conocer una familia. Cuando decimos que una familia tiene altura de x baja o alta, hacemos referencia a esta proporción. Familias con distintas relaciones kp/x compuestas en el mismo cuerpo presentan manchas de texto diferentes, tanto así que podríamos confundirnos y pensar que tienen distintos cuerpos o interlineado.
Otras relaciones
El cociente cuerpo/H indica cuál es el tamaño de la mayúscula respecto al cuerpo. Podemos establecer también relaciones entre k y p, por ejemplo, para saber en qué proporción son más largos los ascendentes que los descendentes. Si hacemos (k-p)/k obtendremos esta relación. Si este cociente diera negativo, estaríamos ante la presencia de una familia con descendentes más largos que los ascendentes, lo que es una rareza.
Incomoda que el cuerpo no sea hoy una dimensión mensurable, pero los intentos por normalizar el tamaño de los signos impresos no han tenido buenos resultados.
Sabiendo que la identidad de cada familia está dada entre otras cosas por su estructura, definida por las proporciones, el tipo de curvas y encuentros. Por lo tanto, utilizar kp o H o x como medida normalizada para determinado cuerpo coarta esta decisión y excluye del sistema un aspecto indisoluble de los caracteres: su contraforma. Ya hemos comprobado que para que un conjunto de signos se comporten como una familia, no solo es importante su forma sino también su espaciado, tanto horizontal como vertical.
Por otro lado, estas «normalizaciones de tamaño» vuelven a ser tan incompletas para definir el tamaño de la letra como la medida del bloque de plomo en la impresión tipográfica y no solucionan el problema.
Unidades de medición
Las unidades de medición tipográfica que se utilizan con mayor frecuencia se basan en dos sistemas: angloamericano (AA), el de mayor difusión en todo el mundo (incluso en nuestro país), debido a que en la mayoría de los programas de autoedición se toma como sistema patrón; y Didot, difundido en varios países de Europa. En los dos sistemas, la unidad de medida se denomina punto y se abrevia pt. Como se trata de medidas distintas, es necesario aclarar a qué sistema hacemos referencia en cada caso. Doce puntos AA conforman una pica, y doce puntos Didot, conforman un cícero. El punto AA o angloamericano es ligeramente menor que el punto Didot (ver equivalencias).
Estos dos sistemas, además de emplearse en la medición de cuerpos tipográficos, se usan al proyectar aplicaciones de textos en páginas y para construir grillas tipográficas, como veremos más adelante.
Instrumentos de medición
Para medir tipografía pueden emplearse dos herramientas diferentes: la primera y más precisa de ellas es el tipómetro o regla de interlineado, que consiste en una regla de metal o celuloide, con series de líneas repetidas varias veces, separadas entre sí por valores fijos que se colocan sobre las líneas de texto, hasta dar por comparación con el valor adecuado. La segunda, menos precisa que la anterior, consiste en una plancha de celuloide que tiene impreso conjuntos de letras (generalmente mayúsculas, minúsculas con ascendentes, con descendentes y sin ellos) en distintos cuerpos, que se registran bajo cada grupo. Superponiendo esta regla a los textos a medir, se obtiene una aproximación de su cuerpo.
Hoy, el uso de ordenadores y programas de autoedición ha facilitado muchas etapas del proceso de diseño, entre otras, la medición del cuerpo. El mecanismo consiste en seleccionar el texto a medir o modificar, introduciendo luego el valor deseado en un casillero de cuadros de diálogo que cada programa nos presenta.
Bibliografía
- SOLOMON, Martin. El arte de la tipografía, Tellus, Madrid.
- RUDER, Emil. Manual de diseño tipográfico, G. Gili, Madrid.
- DE BUEN UNNA, Jorge. Manual de diseño editorial. 3.ª edición, corregida y aumentada. Trea Ediciones, España, 2009.
- MARTINEZ DE SOUSA, José. Manual de edición y autoedición, Ediciones Pirámide. 1999.
- GÁLVEZ PIZARRO, Francisco. Educación tipográfica, una introducción a la tipografía, Universidad Diego Portales, Chile, 2004.
Esta entrada también está disponible en: Inglés